Autor invitado: Tony Rojas
Instagram: TonyRojas_1
Vienes de buscar a tu hijo en la escuela después de una jornada ardua y estresante de
trabajo. En el camino te topas con un vendedor ambulante que tiene un algodón
de azúcar apetitoso. El niño te pide que le compres el dulce. No tienes dinero para
comprarlo. Le dices que no, y sigues caminando. Tu hijo se suelta de tu mano y
hace una rabieta. Lloriquea, patalea, en fin actúa mal en público.
Este es un caso común entre los padres primerizos. Son
episodios en donde sientes que debes controlar su actitud negativa de alguna manera. ¿Reaccionarias de la manera
correcta?
5
actitudes que no debes tomar
La reacción luego de un episodio
puede marcar la forma en que tu hijo lidie con estos problemas a largo plazo.
Se debe profesar con el ejemplo así que esto es lo que no debemos hacer.
1) Violencia
fisica
Es muy bien sabido que nunca en
ningún caso se debe tomar esta respuesta. Pegarle a tu hijo en la calle no solo
hace que el actúe mal en público sí
que tú también lo hagas. Podría conllevar a traumas peores, tener problemas
legales, o caer en un círculo vicioso violento.
2) Perder
el control emocional
Tomar una actitud negativa y perder
los estribos dejar que te dominen las emociones negativas hasta llegar a un
punto en gritar al hijo no es ni
siquiera cercano a una solución real del episodio.

3) Ignorar
la responsabilidad
En ciertos casos los padres delegan
la función de castigos al padre contrario o en otros casos incluso a personas
que no son siquiera los progenitores de los niños.
“Le voy a decir a tu mamá”. No solo
esta actitud evita cualquier responsabilidad con la crianza del niño, sino, que
también te resta autoridad haciendo por supuesto que el niño haga lo que quiera
cuando este contigo. La crianza es entre los dos así que toma las riendas de
esa actitud negativa.
4) Ser
Autoritario
Imponerse al niño por estar en esa
conducta de actuar el mal en público,
amenazarlo para que deje de llorar, o hasta el caso de levantarlo y llevártelo
porque vas tarde, es asumir el problema
con exceso de autoridad.
Enseñarle que en esos casos se debe
ser frio y sin sentimientos, generará a largo plazo niños con baja autoestima,
que pueden ser usados por otros por ser dóciles.
5) Consentir
su capricho
Si para el niño deje de tener esa mala actitud vas a obedecer a lo que
quiere, incluso de humillarte en la calle pidiendo el dinero para comprarle lo
que quiere a la larga puede crear un niño tirano, desobedientes, autoritarios,
egoístas.
Un padre obediente puede perder la
autoridad sobre el niño y este puede hacerse de ello para aprovecharse y tener lo que quiera. Un niño generar conductas
destructivas para él y para los otros.
¿Cómo prevenir que esas actitudes se repitan?

Lo primero que debemos hacer es dejar que pase el episodio y llevarlo a
un lugar seguro y privado. Hacer esto en público puede generarle ansiedad por
no respetar su privacidad.
Cuando estén los dos solos explicarle lo que hizo, sus consecuencias, y
también explicarle tu situación. Pero a su vez escucharlo darle la oportunidad
de defenderse pues en ciertas ocasiones, el niño tiene razones suficientes para
hacer esas conductas. Averiguar el porqué de su conducta puede hacer que
lleguemos a la raíz del problema.
Si en todo caso el comportamiento merece un castigo pues no lo dudes. El
niño debe aprender a aceptar las reglas sociales. Eso sí, un castigo de acuerdo
a la situación y buscando más hacia una solución que a un problema que empeore
su personalidad.
Recuerda con paciencia, amor, entendimiento, y disciplina nuestro hijo
podrá cambiar estas actitudes negativas
por otras más saludables. En todo caso no se debe olvidar buscar
ayuda profesional para mejorar y canalizar de manera positiva estos episodios.
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